Bañarse en diferentes culturas

Para muchos, bañarse es una actividad tan cotidiana como dormir o respirar. Sin embargo, no siempre ha sido así. Bañarse, ha tenido significados distintos en diferentes culturas a través del tiempo. Para algunos, era todo un encuentro social; para otros, formaba parte de un ritual espiritual; algunos cuántos, se oponían rotundamente a él. Por eso, queremos compartirte algunas historias que seguro encontrarás muy interesantes:

Cleopatra

Esta famosa reina egipcia fue legendaria por su belleza y hazañas, así como por sus excentricidades. Se dice que ella tomaba baños de leche tibia y miel para conservar su juventud. Esto se explica porque los ácidos que se encuentran en la leche eliminan las células muertas y aceleran la producción de colágeno, eliminando así las líneas de expresión.

 

Baños griegos

En la antigua Grecia, el baño también confería prestigio. Todo banquete que se preciara de ser lujoso, incluía una sesión de baño para los invitados. En el salón destinado para dicho fin se les lavaba y untaba aceites de nardo, rosas, almendras y azafrán. En las mesas, se colocaban jarras de oro y alabastro llenas de agua aromatizada con la que los esclavos perfumaban a los comensales.

 

Baños Romanos

Las estancias que utilizaban los romanos fueron mejoradas a partir del modelo griego. Crearon espacios capaces de albergar hasta 2500 personas. Para ellos, su uso no era solo social, formaba parte de su rutina de belleza, por ello sus instalaciones incluían gimnasios, espacios para masajes y más.

 

El Temazcal

Los temazcales son baños de vapor que usaron los antiguos mesoamericanos con propósitos místico y medicinales. Su apariencia se asemeja a la de un iglú, pero de barro. El vapor se produce a base de infusiones de hierbas con piedras calientes. Actualmente hay lugares donde todavía se ofrecen estas curiosas experiencias.

Ahora bañarse es más fácil ¡Solo necesitas una regadera, agua y gas!