La llegada de un bebé es uno de los momentos más importantes en la vida de muchas personas. Llegan con una montaña de amor llena de retos, en donde la actividad más cotidiana puede ser un desafío. Bañarlo es uno de esos grandes miedos a los que tienen que enfrentarse muchos padres. Queremos tranquilizarte y decirte que es más sencillo de lo que crees, solo debes de tener en cuenta algunos aspectos:
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¿Cada cuándo bañarlo?
¡Si eres de la idea o pensabas que los bebes deben bañarse a diario! Aquí te aclaramos que eso solo ocasionaría que pueda resecar su piel. Si limpias bien a tu bebé durante los cambios de pañal, con bañarlo dos o tres veces a la semana es suficiente. También, te sugerimos bañarlo poco antes de anochecer para que esté más relajado.
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Prepara todo antes del baño
Ten todo listo antes de que tu pequeño entre a la bañera, de esta manera solo te concentrarás en cuidarlo. Te recomendamos que tengas estos artículos a la mano: Una tina o una bañera de plástico; jabón y shampoo suave o especial para bebés, evita utilizar jabones perfumados para adulto que puedan irritar su piel; toalla, puede ser con capucha para bebés, además son buenas para mantener su cabecita tibia y seca. También, un recipiente para vaciar el agua.
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La temperatura es todo
Su salud es más frágil cuando son pequeños, por ello es indispensable cuidar que la temperatura del agua sea la ideal. El agua debe estar tibia; levemente caliente, para que mientras esté dentro no se enfríe demasiado. Encuentra el punto ideal manteniendo tu mano dentro del agua. Si encuentras reconfortante la temperatura y no sientes la necesidad de sacarla, está en el punto adecuado.
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Durante el baño
En todo momento debes asegurarte que el agua no rebase los hombros de tu bebé. Si aún no puede sostener su cuerpo, ayúdalo a mantener su torso a flote. Por eso, te recomendamos que nunca dejes a tu bebé solo en la tina.
También, busca evitar que el shampoo entre a sus ojos llevando su cabeza hacia atrás y colocando tu mano sobre su frente.
Al principio, dales baños cortos en lo que tu pequeño se acostumbra al agua. Con el tiempo irá disfrutando del baño, así como jugar y chapotear en el agua.
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Si tu bebé es recién nacido…
Si tu bebé es recién nacido y aun tiene el cordón umbilical, empieza con los baños de esponja, esto permitirá mantener el cordón seco hasta que se caiga naturalmente. Los recién nacidos son a menudo sensibles cuando están sin ropa, báñalo en un cuarto tibio y evita que entre aire frío a la habitación.