El altar de muertos también conocido como ofrenda, es un elemento fundamental de la celebración del día de muertos, pero ¿Sabes el origen de esta tradición y sus significados? Aquí te lo contamos…
¿Cómo entendían la muerte nuestros antepasados?
Los orígenes de la tradición del Día de Muertos son anteriores a la llegada de los españoles, quienes tenían una concepción unitaria del alma, lo que les impidió entender el que los indígenas atribuyeran a cada individuo varias entidades y que cada una de ellas tuviera al morir un destino diferente.
Dentro de la visión prehispánica, el acto de morir era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, el reino de los muertos descarnados o inframundo, también llamado Xiomoayan (infierno). Este viaje duraba cuatro días. Al llegar a su destino, el viajero ofrecía obsequios a los señores del Mictlán: Mictlantecuhtli (señor de los muertos) y su compañera Mictecacíhuatl (señora de los moradores del recinto de los muertos). Estos lo enviaban a una de nueve regiones, donde el muerto permanecía un periodo de prueba de cuatro años antes de continuar su vida en el Mictlán para llegar al último piso, que era el lugar de su eterno reposo, denominado “obsidiana de los muertos”.
¿Qué debe llevar un altar de muertos?
El altar es la representación de la visión que el pueblo prehispánico tenía sobre la muerte. Son una ofrenda especial para los difuntos de parte de sus seres queridos. A través de sus 7 niveles se colocan diferentes objetos que hacen alusión a él o ella de alguna manera.
- Primer nivel: Va colocada la imagen de un santo del cual sea devoto.
- Segundo nivel: Se destina a las ánimas del purgatorio; es útil porque por medio de él el alma del difunto obtiene el permiso para salir de ese lugar en caso de encontrarse ahí.
- Tercer nivel: Se coloca la sal, que simboliza la purificación del espíritu para los niños del purgatorio.
- Cuarto nivel: Se coloca el pan de muerto, que se ofrece como alimento a las ánimas que por ahí transitan.
- Quinto nivel: Se coloca el alimento y las frutas preferidas del difunto.
- Sexto nivel: Se ponen las fotografías de las personas ya fallecidas y a las cuales se recuerda por medio del altar.
- Séptimo nivel: Se coloca una cruz formada por semillas o frutas, como el tejocote y la lima.
¿Qué simbolizan las ofrendas?
Las ofrendas deben contener una serie de elementos y símbolos que inviten al espíritu a viajar desde el mundo de los muertos para que conviva ese día con sus deudos, dentro de estas ofrendas podemos encontrar:
- La cruz: es un símbolo introducido por los evangelizadores españoles con el fin de incorporar el catecismo a una tradición tan arraigada entre los indígenas como la veneración de los muertos.
- Imagen de las ánimas del purgatorio: Esta se coloca para que, en caso de que el espíritu del muerto se encuentre en el purgatorio, se facilite su salida. Según la religión católica, los que mueren habiendo cometido pecados veniales sin confesarse deben de expiar sus culpas en el purgatorio.
- Copal e incienso: El copal es un elemento prehispánico que limpia y purifica las energías de un lugar y las de quien lo utiliza; el incienso santifica el ambiente.
- Arco: El arco se coloca en la cúspide del altar y simboliza la entrada al mundo de los muertos. Se le adorna con limonarias y flor de cempasúchil.
- Papel picado: Es considerado como una representación de la alegría festiva del Día de Muertos y del viento.
- Veladoras y cirios: Se consideran como una luz que guía en este mundo. Son, por tradición, de color morado y blanco, ya que significan duelo y pureza, respectivamente.
- Agua: El agua tiene gran importancia ya que, entre otros significados, refleja la pureza del alma, el cielo continuo de la regeneración de la vida y de las siembras; además, un vaso de agua sirve para que el espíritu mitigue su sed después del viaje desde el mundo de los muertos.
- Flor de cempasúchil: es la flor que, por su aroma, sirve de guía a los espíritus en este mundo.
- Calaveras: Son distribuidas en todo el altar y pueden ser de azúcar, barro o yeso, con adornos de colores; se le considera una alusión a la muerte y recuerdan que esta siempre se encuentra presente.
- Comida: El alimento tradicional o el que era del agrado de los fallecidos se pone para que el alma visitada lo disfrute.
- Pan de muerto: El pan es una representación de la eucaristía, puede ser en forma de muertito de Pátzcuaro o de domo redondo, adornado con formas de huesos en alusión a la cruz, espolvoreado con azúcar y hecho con anís.
- Bebidas alcohólicas: Son bebidas del gusto del difunto denominados “trago” Generalmente son “caballitos” de tequila, pulque o mezcal.
- Objetos personales: Se colocan artículos pertenecientes en vida de los difuntos, con la finalidad de que el espíritu pueda recordar los momentos de su vida. En caso de los niños, se emplean sus juguetes preferidos.
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