Seguramente has tenido la oportunidad de comprar gas para tu hogar y te habrás dados cuenta que los precios los anuncian por litros o por kilogramos. Tal vez te parezca extraño, pero hay una razón. Aquí te contamos todo.
Los kilogramos y los litros son unidades de medición diferentes. Esto quiere decir que los kilogramos miden peso y los litros miden volumen. Un litro de gas no pesa un kilogramo y un kilogramo de gas no cabe en un litro. No son equivalentes. Un litro son 540 gramos. Al no ser lo mismo, el precio cambia de una a otro pues un litro de gas es menos de un kilogramo y un kilogramo es casi el doble de un litro de gas.
En el sector gasero, los litros de gas se utilizan para tanque estacionario y en las estaciones de carburación. La manera en la que puedes corroborar que surtieron de forma correcta tu servicio es a través del cuentalitros, que funciona como el de una gasolinera. En el caso de las pipas, el cuentalitros está localizado junto al carrete de la manguera. En las estaciones, está en el mismo lugar del despacho con una pantalla que siempre tiene que estar a la vista.
Los cilindros son surtidos por kilogramos. La ruta sale de la planta con los envases en diferentes capacidades: 45, 30, 20 ó 10 y te entregará el que hayas requerido. El peso que éste debe de tener es el de los kilogramos solicitados más la tara (lo que pesa el envase cuando está vacío. Normalmente viene señalado en el mismo cilindro).
¡Ahora sabes cómo funciona todo! Ahora no hay excusas para quedarte sin gas…